Tratamiento conservador del riñón
¿Quién elige el tratamiento conservador del riñón?
Especialmente cuando un paciente padece una o más enfermedades graves, por ejemplo diabetes, insuficiencia cardiaca o cáncer, la insuficiencia renal es solo una parte de la carga de la enfermedad, y el consiguiente inicio de la diálisis puede no curar o reducir la intensidad de los síntomas, y puede no asociarse a una mayor supervivencia.
¿Cómo se elige el tratamiento conservador del riñón?
Lo ideal es que la elección del futuro tratamiento sea una decisión compartida entre el paciente, los familiares y los profesionales sanitarios. El nefrólogo puede hacer una estimación de los resultados en el individuo con el uso de herramientas y algoritmos de pronóstico específicos, y debe compartir una visión clara de la trayectoria de la enfermedad y de los plazos en el futuro, y comentar las ventajas y las desventajas tanto de la diálisis como del tratamiento conservador. Deben considerarse las preferencias y los objetivos propios de cada paciente, y debe aconsejarse adecuadamente a todos los pacientes antes del inicio de la diálisis sobre todas las opciones de tratamiento y los resultados probables.
¿Qué aspectos se cubren y qué síntomas se abordan durante el tratamiento conservador del riñón?
El equipo de tratamiento del riñón aconseja sobre cómo ralentizar la progresión de la enfermedad renal y mantener la producción de orina a la vez que se preserva la calidad de vida. Los asuntos importantes se refieren a manejo del dolor, control de la tensión arterial, dieta adecuada y manejo de fluidos para evitar tanto la deshidratación como la sobrecarga de fluidos, monitorización de la glucemia (en el caso de los diabéticos), toma de los medicamentos prescritos, manejo de la anemia y control de los síntomas. Es importante comprobar cualquier nuevo medicamento, la toma de analgésicos, los suplementos y los productos de fitoterapia, ya que algunos de ellos pueden dañar más los riñones.
¿Puede cambiarse de opinión sobre la elección de tratamiento?
A cada paciente se le debe ofrecer información y la posibilidad de cambiar su elección (es decir, pasar del tratamiento conservador a la diálisis y viceversa). Además, algunos pacientes eligen el denominado “ensayo de diálisis limitado en el tiempo”, en el que se establece con antelación un límite de tiempo para abandonar la diálisis si no se consigue una mejora suficiente (p. ej. 6-8 semanas).
